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No pido nada, salvo tu confianza. Para seguir trabajando con la misma humildad, pateando las calles, gobernando sin crispar y sin enfrentamientos políticos. Hoy acaban cuatro años apasionantes: hemos trabajado sin horas, he trabajado sin descanso, nos hemos pateado los barrios y las calles, hemos escuchado, nos hemos puesto en el problema del ciudadano, que era el nuestro desde el mismo momento en que lo compartía. Pero las elecciones no son el final de nada, sino el inicio de la mejor etapa. Hemos trabajado sin horas, cada día, cada semana. Nos habéis visto trabajar, sufrir, explicarnos, pedir perdón, ilusionaros con las pequeñas cosas, con las que podíamos hacer una vez habíamos pagado la deuda y solucionado la ruina que encontramos (¡qué difíciles fueron los dos primeros años!). Pedimos un esfuerzo y nos lo aplicamos, enderezamos el rumbo, comenzamos a hacer llegar inversiones, pensamos proyectos y los comenzamos a ejecutar…

Y seguimos con el pequeño problema de cada ciudadano, que era al instante nuestra obsesión. Y caminamos juntos. Y nos equivocamos, y quizás incluso piensas que haya cosas que no hemos trabajado como esperabas. También por eso merece la pena no detenernos ahora. Para poder continuar lo que empezamos, después de lo más difícil; para poder cambiar lo que crees que se puede trabajar de otra forma. Pero ahí estábamos. Ahí seguimos. Con cada pequeño problema, persona a persona. Escuchando, empatizando. Quizás por eso me has visto patear sin descanso, trabajar sin horas. De nuevo las personas.

Nunca te pido nada. Pero hoy, en el último día en que puedo hacerlo, quiero pedirte tu confianza. Si te gusta cómo he trabajado, el proyecto que hemos comenzado, cómo hemos levantado la ciudad en lo más difícil, y la hemos preparado para su mejor etapa, danos tu confianza. Gandia merece esta oportunidad. Y yo quiero seguir dejándome la piel por ella. Porque entiendo el servicio público como un sacrificio hacia una promesa siempre renovada. La de una ciudad que ilusiona. La de la Gandia que tú quieres. Gobernando con la misma humildad. Escuchando siempre. No olvidando a quién representamos. Quién nos dio el honor de poder serviros. Sin crispar, sin insultar, sin envilecer la palabra política y los asuntos y debates de la ciudad, sin reducirla al partidismo o el politiqueo.

Nunca te pido nada pero hoy te pido que nos des tu confianza. Que nos ayudes a seguir construyendo la mejor Gandia: La Gandia que tú quieres. Prometo volver a dejarme la piel. Con humildad. De nuevo en el proyecto que lidera Diana Morant. El del PSPV-PSOE. El de quienes sabemos lo que cuesta ganarnos cada día la confianza, y la promesa de la vida. El mío, el del hijo de Jose Luis y Alejandra, apasionado de Gandia, entusiasmado por comenzar juntos la mejor etapa. Te pido tu confianza y tu voto. Y te doy las gracias por habernos ayudado cada día.

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